Se deslengua el porvenir
La apatía viola a la soberbia
En el Cuasimodo se bailan rancheras
y el talibán envía caligramas a Moisés.
El melómano gotea cacofonías
Hesíodo sufre de naúseas en las libaciones
La pierna del pirata es atacada por termitas
El olivo me da peras y el manzano; olivares.
El universo remata estrellas
y el Papa, santos griales.
Políticos reunen firmas para su striptease callejero
Las palomas sufren la suerte del caviar.
Planeta Tierra, Madre Tierra, Pacha Mama, Nuke Mapu,
Tlalli, Earth Mother, Mère Terre (...)
Vívidas, latentes y nítidas están nuestras preocupaciones, Auto-ocupaciones, pero compasiones al fin y al cabo. No somos dignos de poseerte, extraerte, extirparte siquiera un "gramo" de oxígeno, no somos dignos de contemplarte, amarnos en ti, beberte, silenciarte.
No somos dignos de vivirte (¡Aún NO!) y quizás no llegue el ahora para nosotros, quizás el respiro sea tu estado vegetal-temporal y nuestra definitiva extinción. Pero te prometo, te prometo por tu vientre sagrado, eterno y venigno, que no me voy de aquí sin haber besado onírica y espiritualmente cada una de las lágrimas que derramaste por cada uno de nosotros (los seres indemnes y cobardes que tienes por hijos).
Lágrimas que ningún salvador ni (in /inexistente/ inerte) mortal submundano pudo haber derramado con total y absoluto sentimiento profundo y verdadero.